
EL CALEIDOSCOPIO: La máquina de crear mandalas
Un caleidoscopio es una especie de telescopio a través del cual podemos observar un prodigio de luces y colores a medida que lo hacemos girar frente a nuestros ojos.
Parece un objeto nacido de la magia, pero se trata de un artefacto que pone en acción leyes de la física a través de un mecanismo de espejos enfrentados que multiplican hasta el infinito un puñado de pequeñas piezas de colores. Y lo más importante, es uno de los juguetes más accesibles y populares del mundo.
La palabra Caleidoscopio proviene del griego: kalós, bella, éidos, imagen y scopéo, observar. Fue inventado por un físico escocés llamado David Brewster en 1816, quien llegó a patentarlo pero nunca pudo hacerse rico con él porque es un mecanismo muy fácil de reproducir en cualquier hogar con elementos muy comunes y económicos.
Se trata de un tubo con una mira (el espacio por el que se asoma el ojo) en uno de sus extremos. En el interior hay un triángulo de espejos enfrentados, a manera de prisma, con la superficie espejada colocada hacia el interior. En el otro extremo del tubo hay un compartimento transparente relleno con pequeñas piezas de colores: piedritas, cuentas de collares, vidrios, lentejuelas.
¿Cómo funciona? Basta poner el caleidoscopio contra la luz, asomar un ojo por la mira y con las manos ir girando el dispositivo lentamente para que aparezcan maravillosos diseños circulares que a cada movimiento cambian completamente por obra y gracia de la luz y de la simetría.
¿Te animás a hacer tu propio caleidoscopio? Te contamos qué necesitás.
-Un tubo de cartón, puede ser el del rollo de cocina. Una medida posible: 20 cm. de largo por 5 cm. de ancho.
-Tres rectángulos de superficie espejada (20 x 3 cm.).
-Piedritas de colores, cuentas de collar, caracolitos, lentejuelas.
-Una plancha de acetato transparente.
-Pegamento universal.
-Cinta adhesiva de papel.
-Papeles de colores para decorar el exterior del caleidoscopio.
Te recomendamos este tutorial para hacer tu caleidoscopio paso a paso: