La jardinería es una actividad que nos permite aprender, divertirnos y disfrutar en contacto con la naturaleza. Y si lo hacemos acompañados es una oportunidad para compartir buenos momentos en familia.

El invierno va llegando a su fin y la naturaleza nos invita a pasar más tiempo afuera, en contacto con el verde y el aire puro. Son los días ideales para preparar la tierra, armarte un buen equipo de herramientas y comenzar a diseñar, en tu patio o balcón, hermosos rincones primaverales.

Lo primero será buscar el lugar ideal para sembrar tus flores: puede ser en un rincón soleado del patio, o cerca de la sombra de un árbol, en canteros disponibles, o en macetas, cajones de verduras o lo que sea que puedas reciclar para convertirlo en recipiente de tus plantas y flores. 

Si la tierra del jardín está muy dura hay que removerla con la pala. También es recomendable agregarle humus o fertilizantes naturales para tierra que se consiguen en viveros. Para tus macetas podés comprar tierra negra y abono ya preparado.

También podés ir incorporando la conducta de, en un rincón de tu espacio destinado a jardín, ir haciendo tu propio compost reciclando la basura orgánica que producen en tu casa: yerba, cáscaras de fruta o verdura, restos de café o comida. Estos desechos se mezclan con la tierra y se van removiendo de vez en cuando. Luego de unas semanas verás que se convierte en tierra fértil para usar en tus plantas.

Una vez que tengas lista la tierra, hay que elegir las semillas apropiadas o brotes para sembrar en la próxima y cercana primavera: por ejemplo prímulas, caléndulas, cinerarias, alegrías del hogar, pensamientos, gazanias o begonias. De todas estas especies te podrán informar en el vivero o semillería, y generalmente los paquetes traen indicaciones de sembrado, cuidados y riego.

Luego de elegir las semillas llegará la hora de sembrar: disponé las semillas dándoles lugar para crecer y desarrollarse de acuerdo a cada especie. Para el riego te recomendamos que te consigas una regadora, para evitar el derroche y el anegamiento que se produce al usar manguera, y que riegues en horarios de no demasiado calor para evitar la evaporación del agua: por la mañana temprano o por la tardecita. Nunca a mediodía.

A calzarse el delantal y a sembrar esas flores de primavera que alegrarán tu patio, jardín, ventana o balcón.