En la provincia de Chubut se encuentra la reserva faunística natural más grande de pingüinos de Magallanes (spheniscus magellanicus) del continente: Punta Tombo. Un verdadero paraíso para estas simpáticas aves que desde marzo hasta septiembre toman posesión de un territorio de aproximadamente 3 kilómetros por 600 metros de playas para iniciar la temporada de reproducción y cría.

Los pingüinos de Magallanes conviven en colonias numerosas que en el punto más alto de la temporada asciende a un millón de ejemplares. Desde el mes de agosto los pingüinos machos arriban a Punta Tombo y comienzan a acondicionar el mismo nido que usaron en temporadas anteriores. Luego, a principios de octubre las hembras ponen dos huevos que luego empollarán durante 40 días.

El cuidado de los huevos es tarea alternada de la pareja: tanto el macho como la hembra cuidan el nido de las aves que habitan en la playa. La etapa concluye a finales del mes de abril cuando las crías ya han aprendido a nadar y las familias emprenden un nuevo viaje a través del Océano Atlántico en busca de temperaturas más cálidas.

Durante el año la vida del pingüino de Magallanes se ordena en torno a una etapa reproductiva, cuando se instalan en el continente, y otra en la que no salen nunca del agua. Miden entre 35 y 45 cm. de altura y pesan aproximadamente 3 kilogramos. Su cabeza es negra con una franja blanca que va desde el ojo hasta la garganta. La espalda está cubierta por plumaje negro y la panza es blanca. Tiene alas cortas y fuertes que le sirven principalmente para nadar.

Una de las características de la especie es que son monógamos, es decir que mantienen la misma pareja durante toda su vida.